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Mientras el mundo se mueve lentamente ante la nueva realidad creada por el coronavirus y Europa empieza esta semana a contemplar la posibilidad de nuevos confinamientos ante el crecimiento de nuevos contagiados, en esta parte del mundo (A.L) vemos que la curva de contagios no disminuye significativamente, sino que continúa sosteniendo una tendencia preocupante, sin que por el momento las promesas de una vacuna en el corto plazo se consoliden. Por el contrario, algunas de las farmacéuticas con mayor avance de efectividad en las pruebas, han tenido que realizar pausas en su desarrollo, ante la aparición de efectos colaterales en algunos voluntarios.
Con excepción de Rusia que asegura tener no solo una sino dos vacunas para antes del fin de año, la realidad es que todo evidencia que solo hasta el segundo semestre del 2021 tendremos con algún grado de certeza una vacuna en los países de América Latina incluyendo a Colombia.
El gobierno ha hecho ingentes esfuerzos por mantener en control el nivel de contagiados en el país, sin embargo, la escasa cultura del cuidado que caracteriza a muchos grupos poblacionales le ha puesto enormes barreras a la prevención y ha generado focos de contagio que no parecen tener fin.
En Bogotá las marchas amparadas en la llamada “protesta social” han producido grandes aglomeraciones que según datos de la Alcaldía coinciden con los picos de contagio que aparecen 14 o 15 días después. Para el momento de escribir esta columna, está llegando a la capital la Minga indígena con más de 9000 integrantes que marcharon desde el Cauca en vehículos atestados, sin ningún protocolo de bioseguridad, (cero distanciamiento, escaso o casi nulo lavado de manos, arengas, licor y bailes) y que en imágenes que vemos en televisión creen que el simple tapabocas ( que utilizan a medias) es suficiente para proteger a las poblaciones que están en su camino y que aún no logro entender los reciben como héroes, y les abren las puertas de escenarios deportivos, para albergarlos y protegerlos ( a ellos sí) guardando todas las consideraciones para un grupo poblacional que no tiene ninguna consideración para el resto de sus compatriotas.
Los de la “ Minga” azotan y expulsan a soldados del ejército nacional de sus territorios, no quieren interferencia del gobierno en sus decisiones, pero si marchan para exigir del gobierno nacional respuestas a solicitudes que van desde “ reformar la doctrina militar” , obligar a “la prohibición de Fracking ” y el retiro de “ la política extractivista” hasta exigir“ Implementación de los acuerdos de paz de la habana, continuidad de diálogos con el ELN y cumplimientos de los acuerdos con las organizaciones sociales” ( ver declaración en la página de la onic.org.co).
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