Mina del Cerrejón en la Guajira ColombianaEl impacto que tendrá la desviación de 700 metros al norte de un tramo de 3,6 kilómetros del arroyo Bruno, para permitir la expansión del tajo La Puente en la mina de Cerrejón, en La Guajira, ha sido calculado y será compensado con acciones de fondo que harán que este afluente del río Ranchería sea sostenible durante los próximos 10.000 años.
Tras realizar en Riohacha una nueva socialización técnica de la iniciativa, ante unas 200 personas de la región, a la que asistió el ministro de Medio Ambiente, Luis Gilberto Murillo, el presidente de Cerrejón, Roberto Junguito
Pombo, señaló que para compensar los 4,4 litros por segundo de más agua que pasa en épocas de lluvia y menos agua que sale del acuífero en épocas secas, en promedio, la Corporación Autónoma Regional de La Guajira (Corpoguajira) generó una obligación que es histórica para la región.
Al emprender este proyecto, una vez se resuelva la tutela que interpuso la comunidad de La Horqueta 2, la compañía minera adquirirá el compromiso de velar por el cuidado y la reforestación de los puntos álgidos ambientales en la cuenca media y alta, para protegerla, en un trabajo coordinado con las comunidades vecinas, aspecto en el que enfatizó el ministro Murillo.
Se trata de enfrentar una realidad que se vive desde hace tiempo y es que por las condiciones económicas que tienen en la región, en las laderas de la Serranía del Perijá, los pobladores han debido talar muchos de los bosques para venderlos por madera, con un deterioro importante de la cuenca media y alta del arroyo.
“Esto es lo fundamental, porque si no hay este proyecto, pues no se logra mitigar el impacto y desaparecerían la parte media y alta del arroyo”, afirmó Junguito.
Dijo además que tanto los hidrogeólogos del Servicio Geológico Colombiano, como los de la compañía, han concluido que este es un impacto marginal al acuífero por el lugar donde se hace la modificación del cauce, lo que lleva a que prácticamente el flujo total de agua que viene de la cuenca alta y de la cuenca media sea el mismo que existe hoy tanto a través del cauce actual como del nuevo.
Aunque la empresa debe esperar a que Corpoguajira le indique cómo será dicha compensación, los técnicos de la empresa ya identificaron 235 hectáreas que tienen un alto potencial de recuperación de la cuenca hídrica.
Con estas zonas, Cerrejón ya cuenta con un planteamiento sobre cómo hacer la reforestación y en qué partes realizarla con proyectos productivos, para que las familias en esas comunidades, “con las que llevamos años trabajando en recuperación de cinco cuencas de arroyos, sean las veedoras forestales”.
Adicionalmente, en las zonas que sean deforestadas para realizar el desvío, Cerrejón deberá hacer una importante reforestación de cuatro especies arbóreas que son de veda, con la siembra de 10 árboles de la misma especie por cada uno que se tale.
“Tenemos que sembrar 17.500 árboles, que es lo que corresponde en la relación de 1 a 10”, indicó el directivo, al recalcar que su principal carta de presentación es la reforestación de más de 3.500 hectáreas donde ya se terminó la actividad minera.
“El Ministro dijo que quedaba totalmente tranquilo por la rigurosidad técnica con la que se evaluó este proyecto por parte de las entidades. Es decir, fue un espaldarazo a la institucionalidad que durante los últimos años ha revisado el proyecto”, agregó.
Agua, factor clave
Para darles una solución de fondo a los problemas de abastecimiento de agua a los que se enfrenta La Guajira, otro elemento al que se comprometerá Cerrejón es a que, mediante un convenio que tiene con el Servicio Geológico Colombiano y con la información de la compañía, se perforen unos pozos adicionales y se finalice el estudio hidrogeológico de La Guajira.
De acuerdo con Junguito, este es un insumo esencial, porque permitirá identificar toda la cantidad de aguas subterráneas que hay en el departamento, que hoy en día se están utilizando con estos pozos, entender la recarga de los acuíferos y ver cómo se genera conocimiento científico para conocer el manejo de dichos pozos.
Se trata de que estos acuíferos no se sequen, saber cómo es su recarga y cómo pueden ser sostenibles en el futuro. Además, según Cerrejón, tanto Corpoguajira como la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) tendrán los ojos puestos en que las cosas se hagan de forma exacta a como se planteó en los detalles técnicos, pues han resaltado que técnicamente este desvío está mejor formulado que otros planteados en el pasado.
Junguito reveló que en el proyecto contará con el acompañamiento de la ONG ambiental Conservación Internacional. Esta ayudará a hacer el seguimiento, incluso desde el punto de vista científico.
Igualmente, la minera ya tiene conversaciones con el Instituto Alexander von Humboldt, para hacer el seguimiento a la modificación del cauce y a la protección de la cuenca.
Jóvenes en la fila
El proyecto de desvío del arroyo Bruno no solo representa el 10 por ciento de las reservas de carbón de Cerrejón para los próximos años, sino la estabilidad de unos 1.200 puestos de trabajo, por los que hoy muchos jóvenes esperan, cuando se cumpla el ciclo de jubilación de quienes se pensionarán en próximo años.
“Es importante no solo en el riesgo que tienen los empleos si el proyecto no sigue, sino que hay una gran cantidad de jóvenes, muchos de los cuales estuvieron en el debate, que están esperando el espacio de los que están por jubilarse, porque Cerrejón cumplió ya 30 años”, dijo el alto directivo de la minera.
Y es que según él, las personas que entraron desde el inicio de la mina ya comenzaron a pensionarse y hay una nueva generación diciendo que quiere tener la misma oportunidad de ejercer una carrera profesional y de educar a los hijos con los beneficios escolares y de apoyo a la universidad que da la minera.
Las cuentas de la empresa muestran que, en los próximos seis años, hay casi 1.000 trabajadores para jubilar, entre empleados, contratistas y personas que trabajan en los encadenamientos cercanos.
“Esto es mucha gente. Si este proyecto no sigue adelante, no existe este cupo para los jóvenes guajiros que están buscando poder desarrollarse. Es la última generación que se va a desarrollar con la mina, la cual termina en unos 15 o 20 años”, advirtió el presidente de Cerrejón.
‘Regalías, causa de la movilización social’
De acuerdo con el presidente de Cerrejón, Roberto Junguito, en la socialización del proyecto del arroyo Bruno el ministro de Medio Ambiente, Luis Gilberto Murillo, concluyó que la gran mayoría de los argumentos en contra no son sobre el proyecto, sino económicos.
Para Junguito, esta es la causa de toda la movilización social contra la actividad extractiva, y es más visible en un departamento como La Guajira, donde el 51 por ciento de su PIB lo pone el sector minero. De hecho, dependía en más del 90 por ciento de las regalías, y quedó con el 20 por ciento, a lo que se suma la baja en los precios de carbón.
“Es hora de revisar si la repartición bajo los términos económicos actuales está bien” dijo.
Y señaló que pese a no haber un control sobre estos recursos, es mejor asegurar que se les devuelva parte de las regalías y vigilar que las destinaciones sean específicas, en temas puntuales claramente auditables.
EL TIEMPO