El presidente de Enel a nivel mundial, Francesco Starace, asegura que la compañía italiana está dispuesta a hacer inversiones en Colombia por unos 700 millones de euros en energías renovables siempre y cuando la regulación para esa clase de proyectos cambie en un corto plazo.
El máximo ejecutivo de la compañía de energía, accionista en el país de Codensa y Emgesa, calificó al mercado colombiano como sólido, con reglas claras y espera traer al país los últimos adelantos tecnológicos respecto a sistemas eléctricos.
¿Cómo le va a Enel en Colombia?
Colombia tiene un mercado sólido, bien estructurado y con reglas claras. Nos va bien y el país tiene un potencial de crecimiento para ampliarlo. Estamos en tramitación de proyectos de fuentes de energía renovables, eólicas, solar y minihidros. En un plazo de un año veremos si se dan las oportunidades de inversión.
¿En dónde?
Eólicos en La Guajira, solares en el mismo departamento y otros lugares del país; y
minihidros en ríos cerca al Magdalena.
¿De cuánto sería la inversión?
La inversión media de un megavatio de energía eólica es de 1,2 millones de euros por megavativo; de solar es de cerca de un millón y esperamos tramitar entre 500 y 600 megavatios con ambas energías.
¿De qué depende de que se hagan o no?
En Colombia todavía no hay la forma regulatoria que establece un mercado de energía a largo plazo, como sí lo hay en Chile y Perú.
Esto es importante porque para invertir en las renovables, sin mercado a largo plazo nadie toma una decisión porque el riesgo es muy grande. Pero las soluciones no son difíciles.
Nos estamos preparando para invertir porque tramitar una planta renovable te lleva un año y medio. Creemos que en este tiempo trabajando con las autoridades de Colombia se podrían establecer unas reglas para una inversión tan grande a largo plazo. Si no al final no se puede invertir.
¿Con la normatividad actual ustedes no invertirían?
No solo nosotros, nadie, como se observa.
¿Ustedes manejan proyectos de gas en otros países, aquí no les interesa?
Es una pena que no tengamos un desarrollo de gas bastante fuerte en Colombia, pero estamos trabajando para entender cómo se puede hacer. Hay varios proyectos interesantes de regasificadoras en el país.
¿Cómo le pareció lo de la represa de El Quimbo, que un juez alcanzó a suspender la operación?
La inseguridad jurídica afecta la inversión pero el de El Quimbo es un caso frecuente. La gente del Huila se dio cuenta que la obra les cambió el mundo cuando el proyecto ya estuvo terminado, pero con diálogo profundo y continuo, como en otras partes, todo se soluciona.
¿Es el mercado colombiano jurídicamente estable?
Colombia es competitiva en el mercado energético y bastante clara, porque la competitividad en las reglas es la claridad, no es más que eso. Ahora estamos en un cambio de periodo regulatorio, ya tenemos uno nuevo y, como siempre, hay un pequeño periodo de negociación.
Ustedes están en distribución de energía en Bogotá, ¿esperan llegar a otras partes del país?
Estamos empezando con Cundinamarca y nos gustaría mucho llegar a otras ciudades pero tenemos que esperar que alguien ponga en venta su distribución.
¿Qué innovaciones esperan introducir al mercado?
Hemos empezado a poner medidores digitales e inteligentes en las casas y a poner computadores en los nudos de la red. Cuando la red se maneja automáticamente y de manera digital cambia mucho la vida, como nos pasó en Italia, porque los costos de la energía para los usuarios bajaron.
Francesco Starace, presidente, dice que la firma contempla proyectos de energías renovables, pero todo depende de un cambio en la regulación.Ahora tenemos un proyecto piloto de poner 60.000 medidores inteligentes en un barrio de Bogotá y trabajar un año con este sistema, demostrarle al regulador que sirve, que todos ahorramos con ese sistema y que el rendimiento de la red mejora, para hacer los cambios regulatorios y después nosotros entrar a invertir y cambiar todos los medidores.
¿En qué consisten los proyectos de movilidad eléctrica?
Nos interesa la infraestructura de recarga, dónde, de qué tipo, que se pueda difundir bien el uso del carro eléctrico. Estamos convencidos que en los próximos cinco años el carro eléctrico va a ser un producto normal.
Estamos trabajando en un concepto de vehículo de carga y descarga de las baterías de los vehículos. Que estas funcionen como punto de almacenamiento de energía y que los vehículos que no están en circulación los dueños puedan vender esa energía y cobrar ese dinero. Estamos en un proyecto piloto con Nissan en el Reino Unido y Dinamarca.
¿Cómo ve el mercado de la energía en América Latina?
Hay una gran demanda de energía presente y futura y por esto se necesita un volumen de inversión en infraestructura, centrales de producción, líneas de transmisión y distribución, en todo.
El mercado es muy bueno, hay un cambio en el mundo de una cartera de tecnología vieja a la que se le pueden añadir tecnologías nuevas porque aquí hay recursos naturales fantásticos.
Los Gobiernos en diferentes maneras han entendido que este cambio les favorece, les ayuda a enfrentar la demanda sin endeudarse en commodities y respetando el medio ambiente.
Portafolio.co